viernes, 29 de enero de 2016

¿NOS HACEMOS UN KAFKA?



Empezó una mañana con el primer pie que se pone en el suelo al levantarse de la cama. Sintió un cosquilleo agradable en la punta del dedo gordo del pie. Lo movió para desentumecerlo, como cuando se duerme un miembro, y no pasó nada, el cosquilleo seguía allí. Ahora era más constante, lo percibía debajo de la uña y pegado al hueso. Un extraño placer invadía sus sentidos que le pedían más. El timbre del teléfono vino a interrumpir lo que iba camino del éxtasis. Al dejar caer el peso de su cuerpo sobre los pies para ir a coger el teléfono la sensación placentera desapareció; un dolor rabioso se instaló en el dedo, el cuál, se mostró esponjoso y sin rigidez cuando le tocó impulsar el píe hacía delante, lo que le hizo trastabillar, perder el equilibrio y dar con su cabeza en el borde de la cómoda, provocando que perdiera el conocimiento durante unos minutos. En este tiempo su mente elaboró un sueño en el que todo su cuerpo se estremecía de placer; era un orgasmo que parecía no tener final. Él mismo se percataba, dentro del sueño, de lo raro que era éso. Sin embargo no podía ponerle fin, tenía la voluntad domada. Había momentos en que el placer disminuía, alertando a los sentidos, pero enseguida aumentaba la intensidad, como si supiera lo que su mente soñaba.
Pero no era un sueño. Pasados los efectos de la conmoción, instintivamente se llevó la mano a la frente, tocando la hinchazón dolorosa y pegajosa. Ya no sentía placer, le dolía la cabeza, y notaba uno de sus pies como el corcho. Se incorporó y miró en su dirección; tenía un píe normal, una pierna normal. El otro era otra cosa. Dónde antes había un píe con cinco dedos, se veía ahora un cilindro sonrosado formado por anillos que se estiraban y encogían rítmicamente, al unísono con su respiración, o así le pareció. Aquella cosa como el brazo de un muñeco Michelín le estaba devorando vivo. No sentía placer, no sentía dolor. No sentía nada de nada. El cilindro crecía al mismo ritmo que se alimentaba; había alcanzado la rodilla avanzando sin pausa hacía el muslo y la ingle. Con cada centímetro devorado perdía un poco la conciencia de si mismo; comprendía mejor la naturaleza del gusano que le comía; lo aceptaba como ley de vida. ¿No les pasaba a todos lo mismo en cierto momento de la vida?, ¿no acaban todos los hombres siendo devorados por un gusano que les sustituye al final del proceso? ¿Acaso los gusanos no fueron un día humanos? Ya era medio gusano aunque se sentía como un gusano entero, notaba su instinto de gusano. Uno carnívoro que se devoraba a si mismo, porque él solo era un alimento...Buscó un rincón umbrío en el cuarto y comenzó a tejer un capullo a su alrededor.

jueves, 21 de enero de 2016

DOS CABRAS SOBRE EL TECHO DE UN R-4


El agente literario le advirtió de que llevaba varios días sin escribir. Le dijo: no deseo decirte lo que debes hacer, pero hace días que no escribes... A lo que él respondió: lo tengo todo en la cabeza
Las crisis creativas afectan a los escritores en el sentido de que nada de lo que escriben les parece digno de ser escrito. Arrugan folios, eliminan frases, páginas y hasta capítulos de lo que consideran mala literatura. Pierden la chispa, la sutileza, el sarcasmo, la ironía. Dudan de todo. Las ideas que semejan un buen argumento se despeñan por el barranco del cansancio: un lugar aburrido por el que caen a cámara super lenta las inanimadas cosas que la imaginación desecha con premeditada desidia. 
Así que el escritor en crisis pasa los días con la mano extendida a la espera del billete de quinientos euros que, sin perder nunca la esperanza, nunca nadie depositará en su mano porque si lo que quiere es éso tendrá que inventar una historia de mendigo y mano extendida que recibe un billete de quinientos euros de una misteriosa persona que no tiene que ser la protagonista como tampoco lo tiene que ser el mendigo y ni siquiera tienen porque aparecer en la historia, pues ésta, la historia del mendigo con la mano extendida y el billete de quinientos euros, bien poco vale sin alguna excepcionalidad que el escritor en crisis le aporte a los personajes u objetos que aparecerán en ella. Es ahí, cuando la imaginación tiene que ponerse a trabajar, cuando todo falla y el mendigo con su imposible billete de quinientos euros se aleja pendiente abajo sin que haya voluntad que lo impida. La inspiración es una cosa sobrevalorada en el mundo creativo, buenas ideas hay pocas y, cuando surgen, suelen quedarse en la mente hasta que se llevan al papel, lienzo o piedra, pero es mejor que te pillen en el tajo cuando llegan, parafraseando de mala gana a Picasso, porque harán buena la mediocridad que hasta ese momento llevabas a cabo y te pueden dar un billete de quinientos euros, o más.

lunes, 11 de enero de 2016

CUÁDRUPLE PERSONALIDAD



Me ha ocurrido una cosa curiosa en la cosa esta de las redes sociales. Una persona que es de mi absoluta confianza me ha confesado que cree que soy -aparte de quien ya soy- otras tres personas más en la misma red social que frecuentamos. Ha llegado a esta conclusión analizando los textos, imágenes, enlaces del que esto escribe, así como lo que han publicado los otros "yo" que soy, según su veredicto final. Le he respondido que estaba equivocada, pero no me ha creído. Hemos tenido una conversación poco satisfactoria en las que ella aportaba pruebas que no puedo rebatir, ya que me son ajenas, y a mi vez le advertía de que se equivoca en su análisis y apreciación de la casualidad como factor probatorio de una teoría. Totalmente inútil, no ha cambiado de opinión, Si lee ésto seguro que habrá ironía en su rostro. 
Su insistencia en mi "culpabilidad" me ha llevado a pensar en si no habrá por ahí -sueltos- imitadores de la vida de otros, en este momento desconozco la funcionalidad de tal actividad, pero la creo plausible para el comportamiento humano. Al contrario que algunos, pienso que no hay un solo ser humano normal, todos tenemos algún rasguño que nos delata; y partiendo de la teoría de mi amiga, que todo hay que decirlo, no es una experta, pero tiene buen tino, consideraré tal teoría como plausible, y pensaré, a diferencia de ella, que puede haber tres personas más que se parecen a mi cuando se expresan en las redes sociales; que ésto puede ser fruto de la casualidad, con lo que desbaratada la cadena de casualidades se demuestra lo erróneo de su teoría; y, que efectivamente no exista casualidad y haya tres imitadores con algún oscuro plan, o un plan sin oscuridad, incluso sin un plan.
Tengo las pruebas necesarias para iniciar una investigación, mi amiga las ha recolectado y me las ha facilitado con amabilidad, pero ¿sabes qué?, las voy a guardar por si las necesito. De momento me haré el despistado, como si todo fuera una casualidad auténtica, y recomendaré a quien sé que me quiere, que lea este post, pues ya le advertí sobre el tema cuando tuve la primera noticia. Me gusta el misterio, pero.




miércoles, 6 de enero de 2016

AGUA Y FUEGO


El año ha comenzado ventoso y con el mar alborotado. Viento y agua para limpiar los restos del naufragio. Fuego para calentar ese músculo que eleva la sangre al cerebro y nos mantiene alerta.


¡Buen año 2016 para todos, con excepciones!