domingo, 5 de octubre de 2014

EXTREMÓFILOS

Muchos microorganismos viven en lugares que hasta hace poco se creía que no podían albergar vida. Lugares como el río Tinto en Huelva (España); la fosa de las Marianas en el océano Pacífico, ente Japón y Papua Nueva Guinea; el mar Muerto en Israel, y en profundas minas de oro en Sudáfrica, a más de 2800 metros de profundidad. Las hay, las bacterias, de toda clase. Resistentes al calor, al frío, a líquidos extremadamente alcalinos, o ácidos; a los metales pesados, a la radiación. 
Tengo la sensación de que los científicos que se dedican a investigar a estos seres tan adaptados al medio, lo que hacen es estudiar a su propia especie, pero, por motivos que ellos (los científicos) desconocen, no se han percatado.

No hay comentarios:

Publicar un comentario