domingo, 21 de septiembre de 2014

SAL Y MIEDO


Me gusta no saber como acabará el día, ni como dará comienzo. Ni tan siquiera sé cuando llegará el próximo saco de sal. La sal, ahora tan abundante y que nos parece tan asequible para todo., lo mismo sirve para una helada que condimentar unas papas fritas. Pero hubo un tiempo en que su peso era el pago por un trabajo. Salario, así seguimos llamando al cobro del estipendio asignado.
El miedo es una de esas emociones que pueden ser causadas por distintos factores; una pistola que nos apunta en la sombra; la incertidumbre al ver que sufriremos un accidente de auto; a lo desconocido que presentimos en el devenir diario. Vivimos con miedo, como defensa ante los peligros imprevistos, pero también es un estado de ánimo propiciado por la cultura que nos envuelve.
Así que, ¿por qué no le pones un poco de sal al miedo?, fíjate lo que hace con los jamones.

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